Un desafío para los estudios, definitivamente, fue Internet y el brutal crecimiento de la capacidad de almacenamiento en discos duros y portátiles, como por ejemplo el CD-ROM y el DVD. Esto hizo que por primera vez se pudiera reproducir virtualmente y de forma ilimitada una película completa sin que se perdiera calidad. El siguiente paso vino con el surgimiento de las redes P2P ("peer to peer"), que permiten intercambiar información de todo tipo sin un servidor central, y que muchos usuarios empezaron a emplear para descargar películas gratuitamente desde la red, compartiéndolas entre ellos.
Todo lo anterior abrió un intenso debate, que aún no termina, en torno al problema de la propiedad intelectual en Internet. Los grandes estudios se quejan de las pérdidas que este intercambio original, y los usuarios por su parte contraatacan esgrimiendo el principio de democracia en la red. Esta democratización, por su parte, ha llevado a que los productores o creadores sean los que directamente publiquen sus realizaciones en cuentas gratis de Internet como por ejemplo Youtube. También se ha simplificado el proceso de convocatoria a festivales de cine, con lo cual el cine independiente, realizado al margen de los grandes estudios, se ha visto fuertemente potenciado. A pesar del gran avance hasta hoy en día, todo es subjetivo, no se sabe aún hasta que punto el mundo del cine podrá seguir evolucionando con respecto a las redes sociales.
También Internet ha servido para la difusión del cine clásico. Una colección de películas de dominio público se encuentra en el Internet Archive, una completa base de datos para la preservación de la historia de Internet.