Si bien el poder de la MPPC comenzó a decaer cuando los cineastas independientes se trasladaron a Hollywood y comenzaron, a tener éxito, este no fue el único factor por el cual esta corporación dejó de funcionar.
Por empezar, en 1911 Eastman Kodak modificó su tratado con la Motion para permitir vender sus películas vírgenes a los cineastas sin licencia.
Otra razón importante, fue que no daban a basto la cantidad de Detectives para controlar la cantidad de lugares donde se exhibían las películas, ya que la cantidad de nickelodeons, teatros y salas había aumentado considerablemente.
Tampoco se vieron favorecidos cuando los cineastas independientes comenzaron poco a poco a hacer largometrajes, ya que la compañía no tenía intención de modificar su trabajo y reemplazar los cortos por películas de larga duración – que era lo que el público realmente quería ver.
El fin llegó en el año 1915, cuando un juez dictaminó que los actos de la MPPC “fueron mucho más allá de lo necesario para proteger las patentes o el monopolio”, por lo tanto en 1918 la MPPC se dio por terminada oficialmente.