Los años 1980 y los 1990 vieron otra importante creación. La completa aceptación del vídeo por parte de los estudios abrió un nuevo campo de negocio a explotar. En estas décadas fue cuando se tuvo por primera vez conexión con las cintas de video, que servirían de gran ayuda a futuro. Esto, junto con la explosión del cine independiente y la reducción de costes en el rodaje, cambió el panorama del cine estadounidense una vez más y lideró un renacimiento en el rodaje de películas entre las clases baja y media de Hollywood; aquellas sin acceso a los recursos económicos del estudio podían crear sus propias películas.
La aparición del DVD en el siglo XXI se convirtió rápidamente en una gran fuente de beneficios para los estudios y ha liderado una explosión de ediciones con escenas extra, versiones extendidas y pistas comentadas en las películas.